31.12.12


Mi Crismas de 2013:

A veces creo que soy algo más que un herbívoro, que mi vida es más que berrear por la dehesa, espantar moscas, ramonear y olisquear genitales comprobando afinidad. Luego entiendo que imaginar la belleza, nacer las cosas, las prácticas artísticas, son en realidad hormona y cortejo, como un pavoneo sofisticado para enseñarse y lograr un apareamiento con los afines: rozarse las ideas y los cuerpos para no sentir el vacío. Un cuadro logrado, la música, un texto revelador, cualquier gesto con esmero, ésa es nuestra animalidad. Acaba el año y empiezo a pensar que el arte es una evolución de agitar la mano, un movimiento útil para verse, nuestra habilidad para encontrarnos. Feliz 2013